lunes, 27 de febrero de 2012

¿Perdón?

Intento de todo, pero no puedo perdonarte. Hago como que no pasa nada, pero mi corazón no me deja en paz. Intento sonreírte y mis ojos me traicionan porque están dolidos. Te acaricio, pero dentro de mi siento que has traicionado lo más preciado que te regalé. MI CONFIANZA.  No es lo mismo, ya no es lo mismo, y no creo que vuelva a ser igual.

Me pediste una oportunidad, y te la he entregado, pero en tus charlas no dejo de escuchar debajo de todo tu parloteo ese triste tono de un chiquillo malcriado que a tiempos quiere lograr lo que se ha encaprichado en hacer. Me dices que me amas, que me amaste, pero lo siento como una cuchilla en mi corazón, en vez de ser un motivo para que me regocije.

Tanto daño me causaste con tu mentira que no sé si en realidad ahora seas tú quien pierde su tiempo en una amistad.

No puedo perdonarte. Y no sé si quiera hacerlo.

domingo, 19 de febrero de 2012

Diario.

Solíamos escribirnos y describir todas las noches la forma en la que habíamos vivido nuestros días... Solíamos poner mensajes entre las líneas. Describir besos y manos bajo la blusa en una letra. Solíamos hacer el amor con un poema. De hecho así fue como su manera de pensar realmente me enamoro.  Podría quedarme ciega y aun así seguir viendo lo que me mostraba.
“Lo esencial para el alma es invisible a los ojos” dicen. Y es cierto. Porque no necesitaba verlo frente a mí
 para sentirlo. Porque la manera en la que nos amábamos hacia que los latidos fuesen como ver el mundo desde sus ojos y tratar de hacer que él viera desde los míos. Podía quedarme muda y a miradas seguir amándolo, seguir amando su alma, seguir amando su esencia...