domingo, 22 de enero de 2012

Recuerda este día, porque es el último que te amo.

“Me urgía conocerte para escribir esa canción que me rompiera el corazón.”

Hoy desperté, después de no dormir por estar cantando para ti en la distancia, con la firme convicción de no recordarte, de no hablarte, de ignorarte, de no pensar en ti y de olvidarte. Así, me di cuenta que el recuerdo no se desgasta con el uso, al contrario, se vuelve más permanente. Y querer olvidar a alguien es suplicar por recordarle para siempre. Entonces me decidí a no pensar mucho en borrarte, comencé mi día, abrí los ojos y cerré el corazón para no llorar. Sí, otro intento fallido pues encontré una canción que no sé cuando escribí, desde otro cuerpo, con otra mente, con el corazón lleno de otro alguien, siendo otra persona que no soy.

Y esa canción habla de ti y de mí.

Llevo tres horas escuchándome cantar la misma letra, la misma melodía, la misma voz y no me he cansado.

Llevo dos meses esperando a que regreses y tampoco me he cansado.
Y esta batalla interminable que libro contra mi misma lleva tus defectos y tu amor de por medio. Y es que  estoy amando a alguien que se quedo sin decir adiós.

Como no estas aquí para calmar mis ansias; tienes que saber que sigo escribiendo la misma canción, cantando con la misma letra, la misma melodía, la misma voz, sólo quería que lo supieras. Y no, yo no sabía que esta canción que hablaría de los dos.

¿Para qué te fuiste si te ibas a quedar? Mis canciones están descompuestas, todas suenan a tristeza; mis manos no paran escribir tu nombre y de borrarlo incansablemente para tratar de comprender que estas lejos. He caminado tanto con tu ausencia que ya me he aprendido a vivir con ella, ya me calza. He caminado tanto que ya me duele la mente de tantas veces que he recorrido imaginariamente tu espalda con mis dedos después de hacerte el amor... Después tengo miedo de dormir en mi cama y despertar en tu ausencia, porque desde que amanezco y miro tu ausencia a mi lado he aprendido el verdadero significado de la palabra “distancia”. Trato de cantar, pero la voz se me quiebra y se hace pedazos. Siento la garganta tan hecha nudos que se me enredan en los ojos y termino por llorar. Y lloro. Y nada. Hoy solo pasa que ya no quiero llorar. Pero entonces me muerdo los labios porque recuerdo cuando tú lo hacías por mí y por mi distancia. Recuerdo cuando escuchaste por primera vez mis miedos y así me abrazaste. Recuerdo y todo vuelve a comenzar.

Y el problema es que te quiero. Y te quiero tanto que ya me da miedo decírtelo y que te espantes ante la idea de ser amado y huyas, como ya lo has hecho. Me da miedo decirlo y que te asustes y saltes por la ventana o tomes arsénico. Te quiero tanto que prefiero fingir que todo está bien, que te amo, pero poquito así, casi nada. Te quiero y me da miedo darme cuenta de que tú no a mí ya no y entonces ser yo la que tenga que saltar por la ventana porque simplemente no tendré el valor de huir. Te quiero en silencio, en tu cama sin que lo sepas, en tus besos sin que lo notes, en la distancia sin que lo sientas.

Te quiero porque gracias a ti empecé a  razonar que pensar a futuro es como sentirte satisfecho cuando aún no has comido, como pensarte ebrio sin haber bebido, como planear tu funeral en vida o intentar volar sin alas.

Te quiero porque hasta ahora has sido  real, el más tangible y el más lejano. El que me hace sentir segura, libre, llena de todo y sin embargo me mantienes en una muy estúpida incertidumbre. Doloroso, pero real. 

Te quiero y  no quiero escuchar tu respuesta porque ya sé cuál es. Soy tan cobarde que si ya no te digo que te quiero, es para no pensar en qué me responderás, para no tener que marcharme, para no verte partir.

Ya me urgía conocerte para que esta canción que me rompiera el corazón.

1 comentario:

  1. "...comencé mi día, abrí los ojos y cerré el corazón para no llorar."


    Cerrar el corazón para no llorar, nunca me funciona.

    Catarsis ~ ♥

    ResponderEliminar